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Este es mi cuaderno abierto: un espacio para compartir con transparencia y autenticidad aprendizajes, tropiezos y reflexiones que nacen de la vida y el trabajo

Evolución, Patrones, Ciclos Edisa Lozada Evolución, Patrones, Ciclos Edisa Lozada

La espiral de la vida

La vida no se repite en círculos, crece en espiral. Descubre cómo los patrones en lo personal y profesional son oportunidades de evolución

Hay momentos en los que la vida se siente como un déjà vu.

En lo profesional: clientes demandantes que quieren todo para ayer, jefes que ejercen presión desbordada, equipos con inmanejables, y ese viejo fantasma del síndrome del impostor que a veces se cuela en las noches de extenuación.

En lo personal: discusiones con los mismos familiares de siempre, relaciones que repiten patrones, heridas que regresan disfrazadas de nuevas.

Y pensamos: “¿por qué otra vez lo mismo?”.

Círculos y espirales

El círculo ha sido fundamental en la vida y en la historia. Está en la forma de los planetas, en los ciclos de la naturaleza, en los rituales que nos recuerdan la conexión con lo eterno. Y la rueda, ese gran círculo que revolucionó el mundo, no fue un invento menor: permitió que todo avanzara, que nos moviéramos y que exploráramos más allá de nuestras fronteras.

Sin embargo, mientras el círculo sostiene, la espiral, con su magia, transforma. El círculo cierra y regresa siempre al mismo punto. La espiral, en cambio, se abre y nos hace pasar por lugares que se parecen, pero nunca son idénticos, porque cada vuelta nos encuentra diferentes.

Por eso, la espiral es la que más se parece a la vida misma.

Patrones que vuelven

En mi amplia experiencia trabajando como asociada y como gerente de proyectos, lo he vivido muchas veces: puedo cambiar de empresa, de cliente, de industria, incluso de país, y a veces parece que la gente es la misma. Los mismos atributos de personalidad, los mismos problemas y discusiones sobre los mismos temas; tiempo, calidad, presupuesto. Los clientes que piden todo con urgencia y salir al mercado con el producto/documento/taller nuevo lo antes posible, y ni qué decir de la optimización, reducción de costos e incremento de la efectividad. La historia se repite, parecida pero nunca idéntica.

Confieso que a veces me agota y se atraviesa en mi mente el pensamiento repetitivo e intrusivo que me dice que huya de ese lugar. Pero cada vez elijo mejor cómo reacccionar. Antes todo era frustración y caí en la trampa de abandonar cada trabajo que me retaba porque no sabía cómo enfrentarlo; hoy entiendo que la experiencia técnica y la inteligencia emocional se van construyendo con vivencias, en estos escenarios que regresan con otro rostro.

En lo personal, pasa igual. Puedes volver a discutir con tus padres o hermanos por lo mismo que hace diez o quince años. Pero la diferencia está en tu respuesta: eliges alejarte un momento para reflexionar, callar en lugar de engancharte, tomarlo con calma o cambiar el rumbo de la conversación. Ese pequeño giro transforma tu manera de relacionarte con el patrón. Puede que poco a poco se rompa, porque ya no tiene el mismo poder sobre ti.

Crecer en espiral

Hoy miro mi vida personal y profesional y sé que no he crecido en línea recta, sino en espiral. Cada vuelta me ha dado experiencia técnica y, al mismo tiempo, inteligencia emocional y balance. He aprendido a no tener siempre las respuestas aunque todo parezca urgente, y a callar antes que hablar por hablar. He soltado la expectativa de ser una líder impertubable y me entregado al estrés como mi motor y motivador.

Quizás la vida siempre nos devuelva a paisajes familiares: el jefe difícil, la situación estresante, la empresa compleja, la presión de un proyecto o la discusión con un familiar. Pero somos nosotras las que elegimos cómo atravesar cada punto de la espiral, con más madurez, con más propósito y con más claridad.

La espiral de la vida nos recuerda que no retrocedemos sino que avanzamos en círculos abiertos y ascendentes. Repetimos lo conocido, pero desde otra altura. Y aunque a veces no parezca, cuando lo miras en retrospectiva y te comparas con la versión de hace 10 años, es radicalmente distinto.

Preguntas para cuando la espiral te alcance

  • ¿Qué de esto ya viví antes?

  • ¿Qué puedo hacer distinto ahora?

  • ¿Qué me enseña esta vuelta de la espiral sobre mí misma?

  • ¿Estoy lista para soltar este patrón o necesito atravesarlo otra vez?

No se trata de huir de las repeticiones, sino de reconocerlas como iniciaciones, porque cada vez que vuelven nos invitan a elegir de nuevo. Tenemos una oportunidad cada vez de romper el círculo y avanzar en la espiral.

El Nautilus: mi símbolo

Por eso elegí la espiral del nautilus como logo de mi marca. Este molusco marino crece creando nuevas cámaras en su caparazón, nunca vuelve al mismo lugar: se expande, se reinventa y evoluciona. Para mí, representa un recordatorio de que tanto en lo personal como en lo profesional siempre estamos en movimiento, creciendo hacia afuera y hacia adentro al mismo tiempo.

Este blog nace con esa misma intención: compartir historias, reflexiones y aprendizajes que nos recuerden que nunca estamos repitiendo en círculos, sino creciendo en espiral, aunque en el momento no parezca.

Y ahora te pregunto a ti:

  • ¿Qué patrones sientes que se repiten en tu vida?

  • ¿Y qué harás distinto esta vez para mirar tu espiral con otros ojos?

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